Algo

viernes, 15 de octubre de 2010


Tu eres mi manzanita, mi mussa adorada, la que me hace sufrir lentamente cada sagundo en el que no tengo tus calidos besos, cada vez que nuestros cuerpos se unen existe una mágica atmosfera de pasión sólo perseptible para los dos, como si se tratáse de un cuento de hadas, como un aura sagrada que conserva nuestro amor en perfecta armonía mientras el mundo lúgubre y escandalizado continúa su así llamada existencia, tratando de hallar en sus pequeños universos personales aún que sea una migaja de lo que nosotros tenemos y que causa envidia en los mismos dioses que nos observan desde sus olvidados tronos llenos de promesas y grandiosidades incomparables al amor que fluye de mi corazón al tuyo, como un caudaloso río de pasión que mueve los más imposibles obstaculos y sube las montañas más inconsevibles para el escalador más experimentado, simplemente trato de decir que lo que nos tocó tener por el destino, el azar, dios o la suerte, es simplemente una maravilla inexplicable, una brisa que nace de la misma tierra para llenar nuestros corazones, te amo...